Introducción
Al igual que un médico prescribe medicamentos adaptados a las necesidades específicas de un paciente, formular un champú eficaz y exitoso para un tipo de cabello concreto requiere un examen profundo y minucioso de las características capilares del individuo. Esto dista mucho de ser una situación de talla única.
Como formulador de champús, comprender el tipo de cabello de los consumidores a los que se dirige y cómo afecta la formulación del champú a la salud capilar es esencial para lograr resultados óptimos. Esta completa guía le ayudará a conocer la estructura y los tipos de cabello, así como los factores cruciales que determinan la mejor formulación de champú para usted. Al final, tendrá los conocimientos necesarios para crear una rutina de cuidado capilar personalizada para conseguir un cabello más sano y bonito.
Estructura y tipos de cabello humano
Estructura capilar
El cabello humano está formado por un tallo y una raíz. El tallo es la parte visible que sobresale de la piel, mientras que la raíz se encuentra en la piel y se extiende hasta las capas más profundas. El folículo piloso rodea la raíz del pelo y está conectado a una glándula sebácea, que produce grasa para mantener el pelo lubricado.
El tallo piloso consta de tres capas: la cutícula, la corteza y la médula.
- Cutícula: La capa más externa del tallo del pelo se llama cutícula. Está compuesta por células superpuestas en forma de escamas que protegen el tallo del pelo y ayudan a mantener su forma. La cutícula también interviene en la regulación de la cantidad de humedad que entra y sale del tallo piloso.
- Córtex: El córtex es la capa intermedia del tallo piloso y es responsable de la fuerza, la elasticidad y el color del cabello. La corteza contiene el pigmento melanina, que determina el color del pelo. También contiene proteínas llamadas microfibrillas, que dan al cabello su fuerza y elasticidad.
- Médula: La capa más interna del tallo piloso se denomina médula. Se trata de un núcleo hueco que atraviesa el centro de algunos tallos pilosos, pero que está ausente en otros.
El folículo piloso es la estructura de la piel que produce el pelo. El bulbo piloso es la parte del folículo piloso donde comienza el crecimiento del pelo. La papila, una pequeña estructura en forma de cono situada en la base del bulbo piloso, contiene vasos sanguíneos que aportan nutrientes al folículo piloso.
La glándula sebácea, situada cerca del folículo piloso, produce sebo, un aceite natural que ayuda a hidratar y proteger el cabello y el cuero cabelludo. El músculo arrector pili, un pequeño músculo unido al folículo piloso, se contrae en respuesta al frío o al estrés emocional, lo que hace que el pelo se erice (también conocido como piel de gallina).
Tipos de cabello
El cabello humano puede clasificarse de varias maneras, pero los métodos más comunes incluyen la categorización basada en el origen étnico, la oleosidad o sequedad y el rizado.
Por etnia
En la literatura académica, el tipo de cabello se asocia a menudo con la etnia y se clasifica en tres grandes categorías en función de la raza: Pelo asiático, pelo caucásico (o europeo) y pelo africano.
- El pelo asiático suele ser liso, con una sección transversal mayoritariamente redonda. La cutícula del cabello asiático es más gruesa que la del cabello caucásico, lo que puede dificultar la penetración de los tratamientos químicos en el tallo capilar.
- El pelo caucásico es conocido por su gran variedad de curvas, que incluyen tipos rizados, ondulados y lisos. Sus mechones de pelo de forma ovalada pueden mostrar una diversa gama de pigmentos, desde el rubio al castaño oscuro. El cabello caucásico tiende a tener la mayor densidad de pelo en el cuero cabelludo.
- El pelo africano, en cambio, tiende a ser rizado y ensortijado, con la sección transversal ovalada más plana. Este tipo de cabello es propenso a la rotura. El alto grado de rizado o ensortijado de este tipo de cabello puede provocar un cuero cabelludo graso pero un cabello muy seco debido a la dificultad de los aceites naturales para desplazarse por el tallo capilar.
Por grasa o sequedad
Esta es la clasificación capilar más utilizada por formuladores y vendedores del sector del cuidado capilar. Existen tres tipos de cabello: graso, seco y normal. Las personas con cabello graso suelen tener una producción excesiva de sebo, lo que puede hacer que el cabello parezca graso y provocar problemas en el cuero cabelludo. Por otro lado, las personas con cabello seco suelen tener una falta de aceites naturales, lo que puede provocar un cabello apagado y quebradizo. Las personas con cabello normal tienen un cabello más equilibrado.
Por rizos
El rizado es una forma sencilla y común de clasificar los tipos de cabello en función de su aspecto. El pelo puede clasificarse como liso, ondulado, rizado o ensortijado. Sin embargo, el patrón de rizado del cabello viene determinado por la forma y la estructura de sus fibras.
Las tres categorías principales de tipos de cabello humano basadas en el patrón de rizado son:
Cabello liso: Este tipo de cabello tiene una textura completamente lisa, sin rizos ni ondas. Suele considerarse el más grueso y fuerte de todos los tipos de cabello.
Cabello ondulado: Este tipo de cabello tiene un ligero patrón ondulado que va desde ondas sueltas a ondas en forma de S más definidas. Suele ser más fino que el pelo liso y puede ser propenso al encrespamiento.
Cabello rizado: Los cabellos rizados, ensortijados y espesos tienen patrones de rizo distintos que pueden ir desde rizos sueltos a tirabuzones apretados o formas en zigzag muy enrolladas. Es el más fino y delicado de todos los tipos de cabello y suele ser propenso a la sequedad y la rotura.
Formulación de champús para distintos tipos de cabello
Un profundo conocimiento de los distintos tipos de cabello, combinado con un profundo conocimiento de los ingredientes del champú, permite a los formuladores crear fórmulas personalizadas que se adaptan a cada tipo de cabello.
Ingredientes del champú y sus funciones
Para satisfacer los distintos tipos y necesidades de cabello, se utilizan varios ingredientes en las fórmulas de los champús. Estos son algunos de los ingredientes clave y su función:
- Tensioactivos: Los tensioactivos son los principales agentes de limpieza en champús. Ayudan a eliminar la suciedad, la grasa y los residuos del cabello y el cuero cabelludo. Los tensioactivos más comunes son el lauril sulfato sódico (SLS), laurilsulfato sódico (SLES)y lauril sulfato de amonio (ALS). Tensioactivos más suaves, como cocamidopropil betaína e isetionato de sodio y cocoil, se utilizan para cueros cabelludos sensibles o secos.
- Acondicionadores: Los agentes acondicionadores ayudan a suavizar la cutícula del cabello, haciéndolo más manejable y menos propenso a enredarse. Algunos ejemplos de agentes acondicionadores son las siliconas (por ejemplo, dimeticona), alcoholes grasos (p. ej, alcohol cetílico), y polímeros catiónicos (por ejemplo, PQ-7, PQ-10etc.).
- Hidratantes y humectantes: Estos ingredientes ayudan a atraer y retener la humedad en el tallo capilar, manteniéndolo hidratado y sano. Glicerina, el pantenol y el ácido hialurónico son humectantes e hidratantes habituales en los champús.
- Proteínas: El cabello está compuesto principalmente de queratina, un tipo de proteína. Los ingredientes a base de proteínas, como la queratina hidrolizada, la seda o el trigo, pueden ayudar a fortalecer y reparar el cabello dañado.
- Aceites y mantecas naturales: Los aceites naturales, como el de argán, coco y jojoba, y las mantecas, como las de karité y cacao, pueden aportar más hidratación y nutrición al cabello.
- Espesantes y estabilizantes: Estos ingredientes ayudan a dar al champú la consistencia y textura deseadas. Algunos ejemplos son la goma xantana, la goma guar y los derivados de la celulosa.
- Conservantes: Los conservantes se utilizan para evitar el crecimiento bacteriano y prolongar la vida útil del producto. Los conservantes más comunes son los parabenos, el fenoxietanol y el alcohol bencílico.
Formulaciones de champú personalizadas para distintos tipos de cabello
Para asegurarse de que la formulación de su champú se adapta a un tipo de cabello específico, considere la posibilidad de incorporar los siguientes ingredientes y atributos:
- Para cabellos grasos: Opta por un champú con tensioactivos más fuertes, como SLS o SLES, para eliminar eficazmente el exceso de grasa. También puede incluir ingredientes con propiedades astringentes, como aceite de árbol de té o hamamelis, para ayudar a regular la producción de sebo.
- Para cabellos secos: Elige tensioactivos más suaves, como el isetionato de cocoil sódico y los tensioactivos a base de aminoácidos, para evitar la pérdida de aceites naturales. Incluya ingredientes hidratantes y humectantes, como glicerina, pantenol o aloe vera, para ayudar a retener la humedad. Los aceites y mantequillas naturales también pueden aportar más nutrición e hidratación.
- Para cabellos normales: Una fórmula de champú equilibrada que contenga agentes tensioactivos y acondicionadores de suaves a moderados debería ser suficiente. También puede incluir proteínas y aceites naturales para añadir fuerza y brillo.
- También hay que tener en cuenta el patrón de rizado del cabello: En el pelo liso, los aceites naturales producidos por el cuero cabelludo pueden desplazarse fácilmente por el tallo. Por eso, un champú para pelo liso, sobre todo para pelo fino, no necesita una gran cantidad de ingredientes pesados como aceite, manteca y emulsionantes catiónicos: Concéntrate en la retención de la humedad y el acondicionamiento. Busca tensioactivos suaves, humectantes y agentes acondicionadores. Los aceites naturales, como el de aguacate o coco, pueden ayudar a nutrir y definir los rizos.
Otros factores a tener en cuenta
A la hora de formular un champú, es esencial tener en cuenta varios factores, además del tipo de cabello, para crear productos completos. Estos factores incluyen:
- Afecciones del cuero cabelludo: Tratar problemas específicos del cuero cabelludo, como la caspa, el eccema o la psoriasis, puede ser esencial para la salud general del cabello. Incluir ingredientes calmantes, antiinflamatorios o antimicóticos puede ayudar a aliviar estas afecciones.
- Factores medioambientales: Las condiciones climáticas adversas, la contaminación y el agua dura pueden afectar a la salud del cabello. Los champús con antioxidantes y agentes quelantes pueden proteger el cabello de los factores ambientales.
- Coloración y tratamientos capilares: El cabello tratado químicamente, como el teñido, con permanente o relajado, requiere fórmulas especializadas. Los tensioactivos suaves y los ingredientes protectores o reparadores del color pueden mantener la integridad del cabello.
- Cambios relacionados con la edad: Con la edad, la textura, la densidad y los niveles de hidratación del cabello cambian. Formular champús que aborden los problemas relacionados con la edad, como el debilitamiento, la sequedad o la fragilidad, puede proporcionar cuidados específicos para grupos de edad concretos.
- Estilo de vida y preferencias personales: La frecuencia con que se lava el pelo, los aromas preferidos y la elección de ingredientes (por ejemplo, veganos, orgánicos, sin sulfatos) pueden influir en la formulación del champú. Si se tienen en cuenta estas preferencias, se crea una experiencia de cuidado del cabello personalizada para los clientes.
Si tiene en cuenta estos factores, podrá desarrollar champús que satisfagan una amplia gama de necesidades de cuidado del cabello, garantizando una mayor satisfacción del cliente y la salud general del cabello.
Conclusión
Para los formuladores de champús, identificar con precisión los tipos de cabello de los consumidores a los que van dirigidos es de suma importancia, especialmente en lo que respecta a la grasa y la sequedad, así como a los patrones de rizado, ya que estos son los factores clave que determinan las necesidades específicas de cuidado del cabello. Combinando un profundo conocimiento de los distintos tipos de cabello con un profundo conocimiento de las funciones y características de los diversos ingredientes del champú, los formuladores pueden elaborar fórmulas de champú a medida que se ajusten a los requisitos exclusivos de sus clientes objetivo.
Tener en cuenta estos factores no sólo le permite crear fórmulas personalizadas que respondan a las necesidades específicas de cada tipo de cabello, sino que también garantiza una salud capilar óptima y la satisfacción de sus clientes. Este enfoque holístico de la formulación del champú es lo que distingue a los formuladores de éxito en el competitivo mundo del cuidado del cabello y, en última instancia, se traduce en clientes satisfechos y fieles con un cabello más sano y bonito.